LOS FRUTOS DEL CRISTIANO
LECTURA: JUAN
15:1-6
1 Yo soy la vid (1)
verdadera, y mi padre es el labrador.
2 Todo
pámpano (2) que en mi no lleva fruto, lo
quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto.
3 Ya
vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado.
4 Permaneced
en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo,
sino permanece en la vid, así tampoco vosotros, sino permanecéis en mí.
5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en
mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis
hacer.
6 El que en mí no permanece, será echado fuera como
pámpano, y se secará y los recogen, y los echan en el fuego, y arden.
VERDAD
CENTRAL:
Solo
teniendo una relación personal con Cristo
podremos producir
los frutos de un
cristiano.
INTRODUCCION
Una de las enseñanzas más
claras que Jesús dio a sus discípulos es
aquella que establece que el árbol por su fruto se conoce. Cada árbol da su
fruto de acuerdo a su naturaleza y, de la misma manera, las personas se
comportan de acuerdo a su naturaleza. El que es hijo del mundo se comporta como
tal y el que es hijo de Dios se comporta de manera que no queda duda de que en
verdad ha tenido un encuentro con el Salvador. El asunto sobre si somos o no
somos hijos de Dios, entonces, viene a resumirse en el hecho de los frutos que
estamos dando. No son tan importantes nuestras opiniones, nuestras palabras o
ideas religiosas; tampoco el lugar donde rendimos culto o la iglesia donde
tenemos nuestra membresía. Lo que verdaderamente importa es el tipo de frutos
que estamos dando. En definitiva, de esto dependerá si somos o no somos de
Dios. Que el pasaje que hoy consideraremos nos sirva para hacer un examen
honesto de nuestra situación ante Dios.
1.
LA VOLUNTAD DE DIOS
ES
QUE DEMOS LOS FRUTOS DEL CRISTIANO.
(3) En nuestra lectura bíblica de hoy
encontramos una parábola que el Señor
conto sobre un labrador y su vid. El labrador es Dios mismo y los creyentes son
los pámpanos o las ramas que han de dar fruto. Con el fin de que la vid
produzca una mejor cosecha vemos el labrador trabajando en la limpieza de su
planta.
“Todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para
que lleve más fruto” (verso 2).
Así como el agricultor se empeña en que sus
siembras lleven mucho fruto, igualmente, Dios se ha tomado como tarea el
ayudarnos a dar los frutos que corresponden a un hijo de luz. El nos limpia con
su palabra, nos da su Espíritu Santo, nos abona con su gracia al asistir a la
congregación cristiana y nos riega con la predicación. Todas aquellas cosas
necesarias para una vida llena de frutos
Dios nos las ha puesto a disposición. De manera, que si nos llevamos el
fruto del arrepentimiento y de la fe, no tendremos ninguna excusa para
justificarnos en el día final.
2. SOLAMENTE CONSERVANDO LA COMUNION CON CRISTO
PODREMOS LLEVAR FRUTOS
Así como
es imposible la rama lleve frutos si se separa del tronco, tampoco una persona
puede comportarse como un cristiano sin tener comunión con Jesús.
(4) “Permaneced en mi, y yo en vosotros.
Como el pámpano no puede llevar fruto por sí
mismo,
si no permanece en la vid, así tampoco vosotros,
si no permanecéis en mi” (v. 4).
Este es el error grande que han cometido muchas
personas cuando tratan de comportarse como cristianos sin entregarse a Cristo.
Pronto ellos se desaniman pensando que no es posible cumplir con la Palabra de
Dios. Pero, el verdadero problema de estas personas es que no han comprendido
que no podrán dar frutos de cristianos hasta que no sean injertados en Cristo.
Dios no pide que el hombre se comporte como un cristiano para después
entregarse a Cristo. Por el contrario, Dios pide que el hombre se una a Cristo por
medio del arrepentimiento para después llevar los frutos que él demanda.
Claramente dijo el Señor:
“Separados de mi nada podéis hacer” (verso 5).
3. SI NO PRODUCIMOS LOS FRUTOS QUE DIOS DEMANDA
TENDREMOS UN FINAL DESASTROSOS.
Jesús dijo acerca de los que
no llevan frutos de cristianos:
“Será echado fuera como mal
pámpano,
y se secará; y los recogen,
y los echan en el fuego y
arden” (verso 6).
Esta solemne advertencia nos
alerta para que nuestra unión con Cristo no sea solo aparente, pues en tal
caso, nuestra final será arden como ramas que no dieron fruto. (5) La única evidencia que podemos tener que somos
hijos de Dios es que produzcamos los frutos del reino. Este es un asunto
demasiado serio como para no pensar en ello. El rio del tiempo va
arrastrándonos hacia el mar de la eternidad en una carrera que es imposible
detener, ¿estamos preparados para el día de la decisión? No nos conformemos con
una simple apariencia religiosa no nos cansemos hasta que estemos seguros de
estar produciendo los frutos dignos de arrepentimiento que Cristo demanda.
APLICACIÓN
Solamente hay una evidencia
cierta sobre nuestra identidad espiritual y esa es los frutos de cristianos. En
el día final no importa´ si fuimos simpatizantes del evangelio, si nos agradaba
escuchar las predicaciones o si aceptábamos las invitaciones para ir en la
iglesia; lo decisivo será nuestro fruto,
todo lo demás es hojarasca que será quemada.
AYUDA DE APOYO
1.- VID:
Planta
trepadora originaria de Asia, cuyo fruto es la uva.
2.- PAMPANO:
Vastago
de la vid, largo, delgado, flexible y nudoso de donde brotan las hojas y los
racimos de uvas
3.- FRUTO
ESPIRITUAL:
Salmos
92:13-14
Reina-Valera
1960 (RVR1960)
13 Plantados en la casa de Jehová,
En los atrios de nuestro Dios florecerán.
En los atrios de nuestro Dios florecerán.
14 Aun en la vejez fructificarán;
Estarán vigorosos y verdes,
Estarán vigorosos y verdes,
Colosenses
1:10
Reina-Valera
1960 (RVR1960)
10 para que
andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda
buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios;
4.- PERMANECIENDO EN CRISTO
1 Juan 2:6
Reina-Valera
1960 (RVR1960)
6 El que
dice que permanece en él, debe andar como él anduvo.
1 Juan 2:28
Reina-Valera
1960 (RVR1960)
28 Y ahora,
hijitos, permaneced en él, para que cuando se manifieste, tengamos confianza,
para que en su venida no nos alejemos de él avergonzados.
5.-
INFRUCTUOSIDAD
Mateo 3:10
Reina-Valera 1960 (RVR1960)
10 Y ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles;
por tanto,
todo árbol que no da buen
fruto es cortado y echado en el fuego.
La Mundanalidad es una falta de frutos:
Mateo 13:22
22 El que fue sembrado entre espinos,
éste es el que oye la
palabra,
pero el afán de este siglo
y el engaño de las riquezas ahogan la palabra,
y se hace infructuosa.
Resulta en la decepcion del amo
Lucas 13:6
Reina-Valera 1960 (RVR1960)
Parábola de la higuera
estéril
6 Dijo también esta parábola:
Tenía un hombre una
higuera plantada en su viña,
y vino a buscar fruto en
ella, y no lo halló.
Fracaso en invertir los recursos
de la vida:
Lucas 19:20
Reina-Valera 1960 (RVR1960)
20 Vino otro, diciendo:
Señor, aquí está tu mina,
la cual he tenido guardada en un pañuelo;
Termina en el rechazo final
Hebreos 6:8
8 pero la que produce espinos y abrojos es reprobada,
está próxima a ser maldecida,
y su fin es el ser quemada.
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