LA RESPONSABILIDAD DE LOS PRIVILEGIOS
LECTURA: JUAN 15:22-25
22 Si yo no hubiera venido, ni les hubiera hablado, no tendrían pecado; pero ahora no tienen excusas por su pecado.
23 El que me aborrece a mí, también a mi Padre aborrece
24 Si yo no hubiese hecho entre ellos que ningún otro ha hecho, no tendrían pecado; pero ahora han visto y han aborrecido a mí y a mi Padre.
25 Pero esto es para que se cumpla la palabra que está escrita en su ley: Sin causa me aborrecieron.
VERDAD CENTRAL: EL DESCUIDO DE LA GRACIA QUE DIOS NOS HA DADO NOS TRAE MAYOR CONDENACIÓN
INTRODUCCIÓN
Dios se ha revelado de diferentes
maneras al hombre. A unos de una forma a otros de otra; pero, en general,
ninguna persona puede decir que no sabe nada acerca de Dios. A través de sus
obras de creación. Dios ha manifestado al hombre su eternidad y su poder.
Puesto que el hombre mismo es parte de la creación de Dios, no hay ser humano
que pueda escapar de este testimonio. A esto se le añade la revelación del
evangelio de Cristo. A través de él la raza humana ha recibido la más clara
enseñanza con respecto a Dios y su voluntad. Todos, pues, tenemos algún
privilegio o grado de gracia que hemos recibido de Dios; pero, es nuestra
responsabilidad el hacer buen uso de esa gracia recibida. A la vez que la
revelación de Dios al hombre es un privilegio, es también una responsabilidad.
De esa revelación dependerá nuestro destino eterno. Si somos diligentes en el
uso de la gracia que se nos otorgó, podremos encontrar el camino de la vida; en
cambio, si menospreciamos la revelación de Dios, esa misma manifestación
testificará contra nosotros en el día final para nuestra perdición eterna. Que
la lección de este día nos enseñe a ser más cuidadosos con el uso de las
grandes oportunidades que Dios nos ha dado.
1 EL DESCUIDAR LA GRACIA RECIBIDA DEJA AL HOMBRE SIN NINGUNA EXCUSA.
Después que el Señor Jesús vino a la tierra la historia del hombre no
ha sido igual. La situación del hombre ante Dios ya no es la misma después de
la venida de Cristo. El dijo: “Si yo no hubiera venido, ni les hubiera hablado,
no tendrían pecado” (v. 22). Si Jesús no hubiera hecho y dicho en presencia de
los hombres lo que hizo y lo que dijo no
podría acusarles de pecado; es decir, el pecado de ellos no sería tan
grave sin una revelación tan amplia como la que Cristo vino a traernos. Pero
ahora, con su venida él ha dejado al hombre sin excusas. En este sentido, es
claro que los privilegios que tuvieron los judíos al tener con ellos al Señor
encarnado, no les sirvieron más que para poner en evidencia la dureza de su
corazón. Y, de esa forma, sus privilegios descuidados serán un testimonio que
en el día del juicio les hundirá en mayor condenación. Tengamos nosotros
cuidado de que no nos vaya a suceder igual que a los judíos, que teniendo
ciertos favores de Dios que otros no gozan vayamos a volvernos rebeldes a su
luz acarreando sobre nosotros mayor condenación. (1)
2- EL DESCUIDAR UNA GRACIA RECIBIDA NOS DESCALIFICA PARA CUIDAR DE LA RESTANTE.
El Señor Jesús dijo: “El que me aborrece a mí, también a mi Padre
aborrece” (v. 23). Con estas palabras él estaba demostrando que no se puede ser
selectivo con las cosas de Dios. O recibimos todo el consejo de Dios o no
recibimos nada. Pero no se puede aceptar sólo algunas cosas que sí nos agradan
en tanto que otras no. Los judíos no podían decir que amaban a Dios, el Padre,
mientras aborrecían a Jesús. No se puede amar algunas cosas de Dios en tanto
que se rechazan las otras. Igual es el evangelio, no se puede decir que se aman
las oraciones por los enfermos, el consuelo y el perdón que Cristo ofrece al
mismo tiempo que se rechaza el arrepentimiento y la santidad que él demanda.
Por ello, si rechazamos una parte del evangelio, en realidad estamos
rechazándolo todo. Es mejor recibir con humildad la totalidad del evangelio,
tal como Dios lo ha entregado, para tener la seguridad de nuestra salvación.
3- NO HAY NINUNA RAZÓN PARA RECHAZAR LA GRACIA DE DIOS.
La actitud de rechazo que los hombres mostraron hacia el Señor fue un
cumplimiento de las escrituras que decían: “Sin causa me aborrecieron” (v. 25).
En verdad que el hombre no puede dar ni una tan sola razón que pueda justificar
su odio hacia el Señor Jesús. Nadie tiene razones que valgan la pena para
justificar su rechazo del evangelio. Todos aquellos que se niegan a seguir a
Cristo lo hacen, en realidad, dejándose seducir por su mal corazón y si sus
hábitos pecaminosos. La verdadera razón del rechazo es que los hombres aman más
las tinieblas que la luz. Pero una razón valedera para rechazar a Jesús no
existe. Por lo tanto, la culpabilidad de los que cierran su corazón al Maestro
no puede dejarse de lado y su condenación ya no tarda. (1)
APLICACIÓN
Los hombres no tenemos una excusa para no creer a Dios. Si las
oportunidades que hemos recibido de Dios no las usamos para el beneficio de
nuestras almas, sólo estaremos trayendo mayor condenación sobre nosotros.
Aprovechemos entonces esta oportunidad de aceptar en este momento al Señor
Jesucristo como nuestro salvador personal. ¿Lo hará usted?
AYUDA DE APOYO
1) JUSGADOS
SEGÚN LAS OPORTUNIDADES:
Mateo 11:22
Reina-Valera
1960 (RVR1960)
22 Por tanto os digo que en el día del
juicio, será más tolerable el castigo para Tiro y para Sidón, que para
vosotras.
Marcos
6:11
Reina-Valera 1960 (RVR1960)
11 Y si en
algún lugar no os recibieren ni os oyeren, salid de allí, y sacudid el polvo
que está debajo de vuestros pies, para testimonio a ellos. De cierto os digo que en el día
del juicio, será más tolerable el castigo para los de Sodoma y Gomorra, que
para aquella ciudad.
Lucas
12:48
Reina-Valera 1960 (RVR1960)
48 Mas el
que sin conocerla hizo cosas dignas de azotes, será azotado poco; porque a todo
aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le demandará; y al que mucho se le
haya confiado, más se le pedirá.
Juan
3:19
Reina-Valera 1960 (RVR1960)
19 Y esta
es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las
tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas.
Juan
9:41
Reina-Valera 1960 (RVR1960)
41 Jesús
les respondió: Si fuerais ciegos, no tendríais pecado; mas ahora, porque decís:
Vemos, vuestro pecado permanece.
Juan
15:22
Reina-Valera 1960 (RVR1960)
22 Si yo no
hubiera venido, ni les hubiera hablado, no tendrían pecado; pero ahora no
tienen excusa por su pecado.
Juan
15:22
Reina-Valera 1960 (RVR1960)
22 Si yo no
hubiera venido, ni les hubiera hablado, no tendrían pecado; pero ahora no
tienen excusa por su pecado.
Romanos
1:20
Reina-Valera 1960 (RVR1960)
20 Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se
hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por
medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa.
Romanos
2:1
Reina-Valera 1960 (RVR1960)
2 Por lo cual eres inexcusable, oh hombre, quienquiera que seas tú
que juzgas; pues en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo; porque tú que juzgas haces lo
mismo.