SABADO 08 DE JUNIO 2013
N U E S T R O E N E M
I G O E L M U N D O
1 JUAN 2: 15-17
15 No améis
al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor
del Padre no está en él.
16 Porque todo lo que hay en el mundo, los
deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no
proviene del Padre, sino del mundo.
17 Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que
hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
VERDAD CENTRAL
SI queremos ser amigos de DIOS…
DEBEMOS separarnos del sistema mundano
INTRODUCCION
La palabra “mundo” aparece
frecuentemente en el Nuevo testamento.
Es importante aclarar que la
palabra mundo en las escrituras no significa lo mismo que comúnmente entendemos.
Mundo no se refiere al
planeta o a la creación.
En el griego la palabra que
se traduce como “mundo” también puede traducirse como “ORDEN”.
Este orden también implica
la idea de belleza, pues todo aquello que es ordenado causa una impresión de
belleza.
Mundo, pues, no
necesariamente significa borrachos en las calles, o prostitutas obcenas.
Mundo también puede ser lo
hermoso, lo bello, lo artístico; toda vez que sus contenidos o fines sean
contrarios a DIOS.
Porque el mundo es todo un
sistema construido por el diablo en donde hay atracción, belleza, música y todo
lo que conforma el presente siglo; pero con la característica común de que el
en todo esta enfocado a desacreditar, o al menos omitir, el evangelio de
Cristo.
Esto debe ofrecernos una
buena llamada de atención, pues, a veces pensamos que el mundo es solamente lo
bajo y lo sucio, pero. También cuando nos alejamos de DIOS para conducirnos en
un ambiente aparentemente sano, pero alejado de Cristo, somos tan mundanos como
los demás.
Que la lección de ahora nos
ayude a escapar de nuestro enemigo el mundo.
CUERPO DEL MENSAJE
1. DIOS O EL MUNDO
Puesto que la finalidad del
mundo es combatir a DIOS, nadie puede decir que es un cristiano mientras viva
de acuerdo a las normas de aquel o sea de Satanás.
Es por ello que Juan dice:
“Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él” (verso 15).
Solamente hay dos opciones,
o amamos a DIOS o amamos al mundo.
No existen posiciones
intermedias.
No se puede servir a dos
señores.
Si el mundo es hostil y
contrario al evangelio de Cristo no es posible ser parte de su sistema y
llamarse todavía cristiano.
Nadie puede decir que es un
hijo de DIOS si disfruta de los ofrecimientos que el mundo hace.
2. LO QUE INCLUYE EL MUNDO.
Como se explico en la introducción,
el mundo es todo un sistema que esta orientado a la rebelión a DIOS.
En el versículo 16 Juan hace
una descripción de los principales elementos que constituyen al sistema
mundano.
Comienza con los “deseos de
la carne”.
Dentro de esta frase se
incluyen todos aquellos elementos del mundo que estimulan los deseos
pecaminosos del ser humano.
El mundo tiene un diseño tal
que exalta, de manera directa o encubierta, las pasiones humanas.
La música es un buen
ejemplo, la fornicación, la violencia y otros elementos que son propios de la
carne humana.
En seguida, también menciona
“los deseos de los ojos”.
A través de las modas, los
vestuarios, la publicidad, la televisión, etc., el diablo esta enviando a
nuestras conciencias un continuo bombardeo de valores puramente mundanos.
Los ojos son la ventana del
alma y Satanás sabe muy bien que a través de ellos puede conquistar nuestro ser
interno y nuestros afectos.
Finalmente, Juan Añade:
“y la vanagloria de la vida,”
(verso 16)
El mundo esta inculcando
continuamente en los hombres el deseo de popularidad y de orgullo.
A través de la publicidad el
mundo desea imponernos deseos de vestir, de comer, de hablar y todo en nombre
de la vanidad.
Cristo, en cambio, vino a
enseñarnos la humildad y la renunciación.
Para el evangelio lo mas
grande es el servicio a los demás.
En el mundo lo mejor es
servirse de los demás.
Por ello es que esta serie
de cosas:
“no proviene del Padre, sino
del mundo.” (verso 16).
3. EL FIN DEL MUNDO
A pesar de su aparente
grandeza, el mundo dejara de ser.
“Y el mundo pasa,
y sus deseos;
pero el que hace la voluntad
de Dios permanece para siempre.” (verso 17).
Las riquezas del mundo, sus
logros y sus triunfos terminaran por ser destruidos por los juicios de DIOS.
Nada de lo que el mundo se
enorgullece hoy permanecerá; todo lo que nuestros ojos pueden ver terminara.
Cuando los grandes edigicios
sean destruidos, cuando las riquezas pierdan su valor, cuando los lujos y la
vanidad terminen, solamente permanecerán aquellos que hicieron la voluntad de
DIOS.
Al final, los que triunfaran
serán aquellos que luchando contra el mundo decidieron seguirá CRISTO con
fidelidad.
En cambio, los que rehusaron
creer en el hijo de DIOS y se hundieron en placeres temporales, serán destruidos
junto con este mundo pecador.
APLICACIÓN
Hoy es el momento de escapar
del juicio que viene sobre el mundo.
Para ello,
no debemos amar lo que el mundo ofrece;
en
cambio, debemos amar a aquel que se ofreció por nosotros en la cruz.
Huyamos del mundo y sus
deseos y encontraremos la paz en Cristo.
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